¿Y si le damos a la TV pública lo que pagamos por Netflix?

 

En medio de la protesta por el proyecto de ley 174 que cambiaría las reglas de juego de la televisión pública en Colombia, es momento de preguntarnos cuánto estamos dispuestos a dar para que siga existiendo. 

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"La TV pública se defiende", tuitea un personaje reconocido. Después, se echa en la cama, prende el TV, mira diez horas seguidas de alguna serie de Netflix y escribe en Facebook cuánto admira a "los creativos" de las campañas de la empresa que enaltecen la cultura traqueta en todo el mundo. 

Ese cuento, hipotético en todo caso, solo sería posible si el personaje paga al mes la suscripción mínima al servicio de Netflix: $16.500 pesos (el más barato del mundo).

En momentos en que el futuro de la financiación de la TV pública esta en juego, por cuenta de las modificaciones al proyecto de ley 174 -que uniría el Fontic y el Fontv en uno solo-, ¿qué tal si la platica que pagamos por el servicio de streaming la donáramos a un fondo público para financiar una parte del modelo?
 

 
 


Si las cifras son correctas y medio millón de colombianos están suscritos a Netflix (deben ser más) , las cuentas nos darían al mes unos 8.450 millones de pesos.

Al año, esta cifra se multiplicaría a 101.400 millines, es decir, cubriríamos en 12 meses el 82 por ciento de los 123.000 millones que dejaría de recibir la TV pública en 2019

Ahora imagínense si todos los colombianos, sin importar si ven Strangers Things o no, aportaran al fondo. Lograríamos que haya plata siempre para los contenidos públicos de calidad -esos que nos muestran las regiones, que nos cuentan la realidad de la gente y nos ponen a pensar- y para mucho más, como promover, sin excusas, los programas de canales públicos sobre los realities, las novelas de narcos y los patéticos shows mañaneros de Caracol o RCN.

Y no solo eso: necesitamos puedan competir de tú a tú con Netflix y otras plataformas extranjeras que tanto queremos.

He creado una petición en Change.org para que el Congreso de la República frene el proyecto y cree un fondo para la TV pública en el que todos aportemos. Acá pueden firmar.

No soy un experto en regulación de comunicaciones o un YouTuber famoso, pero trabajé en los medios públicos, los sigo y conozco su valor. Sobre todo, quiero verlos más poderosos, no pidiendo limosna. Más aún cuando los canales privados en este país son de los mismos de siempre y funcionan como una máquina de hacer plata a costa de transformar la cultura, sin ningún reparo, en un infierno de traquetismo reguetonero  suicida.

Por eso, antes de ver Narcos o Alias J.J en Netflix, pregúntate qué puedes hacer por la TV pública de Colombia. 

 
Andrés Elasmar